MONTEHERMOSO

SONES DE MONTEHERMOSO 1959

MAMBRÚ JARAMAGO 1972

DEHESA BOYAL DE MONTEHERMOSO

HISTORIA DE MONTEHERMOSO

CATASTRO ENSENADA DE MONTEHERMOSO

lunes, 31 de marzo de 2008

SOBRE LA GORRA DE MONTEHERMOSO

SOBRE LA GORRA DE MONTEHERMOSO

En el clásico Manual de Folklore, don Luis de Hoyos y su hija Nieves distinguían una amplia zona peninslar que tenía como denominador común el tradicional uso por la mujer de sombreros de distintos tipos; esta área abarca desde León hasta Huelva, y parece tener su epicentro – y quizá origen- en la provincia de Ávila. En todo caso, el uso de los sombreros, especialmente los de paja, es un fenómeno característico de la mitad occidental española, y parece cierto que en la provincia abulense se retrotrae en el tiempo a épocas bastantes antiguas; así lo atestigua, al menos, la representación de unos graciosos sombreros en los sepulcros de una de las capillas de la Catedral de Ávila, fechados en el siglo XV.

Nos interesa, pues, rastrear hasta donde sea posible el origen y recorrido seguido por este detalle indumentario hasta su llegada a Montehermoso. Primeramente conviene diferenciar de un modo muy claro lo que se considera sombrero y lo que entendemos por gorra: para ello lo que cuenta es la anchura del ala, invariable y homogénea todo alrededor de la copa en el caso del sombrero, y menguante hacia atrás si se trata de una gorra, dejando una abertura en la parte posterior para el moño. Partiendo de esta tipificación, encontramos gorras asimilables al tipo de Montehermoso en zonas amplias de las provincias de Ávila, Salamanca Segovia y Cáceres, realizadas principalmente con paja de centeno, más adaptable al trabajo de trenzado que otros materiales.

En toda la zona que hemos referido se aprecia un conjunto de características comunes en el trabajo de las gorras de centeno, especialmente en la técnica de trenzado y en la práctica de combinar la materia vegetal con otras como cintas, espejos, lana, etc…; en general, la gorra formaba parte del atuendo cotidiano de las mujeres, y su función principal era la de proteger del sol, quedando la posible finalidad decorativa en un segundo término. Lógicamente, pues, la gorra suele llevarse junto a una indumentaria de diario, y no de gala. Respecto a la decoración que suele ornamentar estas piezas, ya se ha dicho que es variable, pero la aparición del espejo parece que solo se convierte en sistemática en Montehermoso; de hecho, las gorras de la provincia salmantina solamente lo incorporan como "caso extremo de ostentación", y las de Bohoyo (Ávila) por influencia de otras zonas, no pareciendo que sea una característica propia. En cuanto al color de las cintas o de la lana empleada en la decoración, la nota común es la observación del luto y la adecuación a la edad, de modo que las mujeres mayores –más que las viudas- suelen adornar su gorra con colores oscuros o negro, mientras las más jóvenes lo hacen con otros tonos más alegres. En cuanto a la forma de las gorras que aparecen en esta zona, la que predomina es la de ala plana y copa baja, con tendencia a la semiesfera, siendo el frente de la misma el lugar en que se concentra la mayoría de los elementos decorativos. Gorras parecidas al tipo que encontramos en Salamanca y Ávila, aparecen en la provincia de Cáceres, pero la gorra de Montehermoso, junto con su variante de Aceituna, es probablemente el modelo más conocido dentro y fuera de la región; la confección de esta gorra ha adquirido tal importancia que se ha convertido en toda una industria artesanal, de modo que ya en los años cuarenta de este siglo, las personas que confeccionaban gorras en la provincia de Salamanca habían aprendido el oficio, generalmente, en los pueblos de Extremadura.

Según parece, la tradición atribuye la introducción de la gorra de Montehermoso a "los moros", pero los datos que nosotros podemos manejar sitúan la llegada de la misma hace poco más de un siglo. Según Anderson, una artesana montehermoseña, llamada Máxima García, le había contado en los años treinta de este siglo que fue su madre – más de cincuenta años antes- quien creó la gorra por adaptación, dándole una forma más atractiva a un sombrero que había llegado a este pueblo procedente de Villar de Plasencia, aunque seguramente originario de otro lugar. El modelo que había copiado la señora García era, desde luego, de paja, pero era "plano" y ésta lo reelaboró a su gusto, dándole una especial gracia. Sus hijas y otras artesanas, copiaron la simpática fórmula –que se popularizó rápidamente- y es así como, hace cuatro generaciones, nació la gorra de Montehermoso. Sea como fuere, la primera representación que conocemos de la gorra montehermoseña no es muy posterior a ese primer momento, puesto que data de 1888. En realidad se trata de un dibujo muy esquemático, de la mano de Juan Comba, que publicó La Ilustración Española y Americana en su número XLI, página 262, correspondiente al 8 de noviembre; el grabado carece de detalle, pero permite detectar una forma algo más plana que la actual, con la copa en una posición vertical y una ausencia casi total de decoración, asemejándose ésta más a la de los tipos conocido como "gorra de viuda". En definitiva, de este grabado de finales del siglo pasado se deduce una posterior evolución del modelo hacia formas y decoración con una mayor tendencia al barroquismo, curvándose hacia adelante la copa y recargándose la superficie de motivos ornamentales.

No es nuestra intención entrar a describir la gorra de Montehermoso, porque ya otros autores lo han hecho con anterioridad, y porque no es ése el tema que nos interesa; sólo diremos que entre los investigadores no existe un total acuerdo acerca de la tipología observable: Hoyos Sancho distingue cuatro tipos: que serían la gorra de diario, la guapa o de soltera, la de casada y la de viuda; Velasco y Tallés, cada uno por su lado, se limitan a diferenciar la de soltera, la de casada y la de viuda. En todo caso, lo que distingue al tipo cacereño de las otras gorras de centeno de Ávila y Salamanca es el vuelo que adquiere el ala en su parte anterior, y la inclinación hacia adelante de la copa; morfológicamente sólo existe una gorra, siendo las variedades apuntadas en función de la decoración que presenta cada una de ellas. El elemento esencial escogido por los autores para establecer la diferenciación de la gorra correspondiente a cada uno de los status de su propietaria es la presencia – o no – de un pequeño espejo circular en su parte frontal, pero tampoco en esto hay una total coincidencia: según Hoyos Sancho, el espejo aparece en la gorra de soltera, y no existe en la de casada ni en la de viuda, pero autores como Muñoz de San Pedro dice que las viudas lo vuelven a poner, aunque roto.

En realidad, la presencia del espejo se justifica por una utilidad bien concreta; la gorra es un tocado reservado para las tareas diarias, se utiliza para salir al campo, y por ello la moza puede utilizar el espejito para acicalarse durante o después de las tareas agrícolas. El hecho de que muchas casadas no lleven el espejo se explica- los montehermoseños así lo sostienen- porque el uso prolongado de la gorra termina con un deterioro o una rotura del espejo, y la mujer casada –menos necesitada y tendente a la coquetería- ya no lo repone. No es cierto, según nuestros informantes, que el hombre rompa el espejo de su mujer el día de la boda para que ningún otro pueda verse en él, ni mucho menos que la ausencia del mismo signifique la perdida de la virginidad.

Respecto a la gorra de viuda, se diferencia de las otras en que el color de la decoración –que además es más austera- es preferentemente negro, pero conviene señalar que esta gorra no implica necesariamente viudedad, sino, sobre todo, el luto. Las mujeres que guardaban luto, o aquellas que, simplemente por su avanzada edad, vestían de negro, llevaban esta gorra, ya que se consideraba más adecuada al resto de la vestimenta. En general el atuendo de las montehermoseñas enlutadas presenta como única nota de color las características medias azules que, junto a la mantilla de color negro, todavía siguen utilizando.

A la vista de todo esto se puede ya obtener una deducción, y es que existe una especie de tradición en la producción literaria- y también científica- que considera indiscutible el hecho de que el espejo simboliza la virginidad, y que el uso de la gorra ha adquirido "funciones peculiares" en los ritos festivos, e incluso en el ritual de las bodas, donde el paso de soltera a casada era simbólicamente marcado. No es de extrañar que esta interpretación haya ganado adeptos, puesto que plantea un tema tan subyugante para el antropólogo o el literato como es que la mujer lleve escrito, casi en su misma cara, el estado de su virginidad. Nos inclinamos a pensar que tal extremo carece de una base cierta: primeramente porque esta versión de la historia es completamente rechazada por los habitantes de Montehermoso, que cuentan como muchas casadas seguían llevando el espejo hasta que se rompía o encargaban otra gorra, pero también porque- aunque efectivamente se han empleado signos externos que explicitan el estado matrimonial- es difícil pensar que la mujer pueda proclamar la perdida de su virginidad en una sociedad de la Europa meridional, en la que conceptos como honor o vergüenza han sido reiteradamente identificados como aspectos esenciales de la cultura, y donde además, al menos tan importante como ser virtuosa, es aparentar que lo es.

Por último, hay una cuestión que, por otro lado, nos va a permitir enlazar con el próximo apartado, y es que la importancia indumental de la gorra fue siempre secundaria, como pieza del traje cotidiano, y que difícilmente pudo estar en el centro de algo tan importante como es un ritual de bodas, marcando el paso a un nuevo status, por una razón bien sencilla: que el traje de novia montehermoseña se caracteriza, precisamente, porque la mujer no se cubre con la gorra, sino solamente con un pañuelo.

Artículo extraído del folleto titulado: LA INDUMENTARIA COMO SÍMBOLO REGIONAL. LA TRADICIÓN INVENTADA EN EL CASO DEL TRAJE DE FEMENINO DE MONTEHERMOSO. AUTOR: Juan Manuel Valadés Sierra. Editado por Ayuntamiento de Montehermoso. A su vez el Ayuntamiento lo ha extraído de la "REVISTA DE DIALECTOLOGÍA Y TRADICIONES POPULARES" TOMO XLIX.1994.

HISTORIA DE LA GORRA DE MONTEHERMOSO

HISTORIA DE LA GORRA

DE MONTEHERMOSO

(Versión publicada en el anuario de las fiestas de San Bartolomé 2001)

Resulta inverosímil aceptar que una prenda tan confusamente adornada tuviese como única finalidad proteger la delicada piel femenina de los rigurosos rayos del sol. No, la gorra de Montehermoso hubo de tener otro significado.

Diversos símbolos, identifican a determinados pueblos.

La ancestral gorra fue un legado de los celtas, no hay duda alguna que tal debió ser su origen. Su morfología y simbolismo así lo pregonan. Las tribus celtas del llano rendían culto a la mujer a la que aderezaban con multitud de adornos. Esta zona estuvo habitada por la tribu de los Arragones o Salagones de donde viene el nombre al río.

La gorra de Montehermoso, confeccionada con paja de centeno, tiene profusión de adornos: botones de nácar, pasamanería, fieltros, briznas en redondel y el espejito, pregonero de la moza y ausente en los lutos de la vejez.

Su forma con anchas alas y abertura posterior así como su elevado casquete tenían como finalidad adaptarse al peinado celta ya que, como es sabido, éstos recogían el pelo formando el moño, al igual que aún lo hacen las mujeres de avanzada edad en Montehermoso.

Los adornos de la gorra montehermoseña, hacen clara alusión al culto heliolátrico o culto al sol y a los astros de estas primitivas tribus.

El adorno más significativo es una figura en forma de óvalo en la parte frontal que representa al sol.

En la primitiva gorra este óvalo estaba constituido por un metal refulgente que posteriormente la coquetería femenina sustituiría por un brillante espejo que utilizaban las mozas para adencentarse el peinado cuando salían al campo.

El motivo ornamental en la parte superior del casquete es siempre una estrella de ocho puntas, clara alusión al culto astral.

La profusión de adornos, que apenas deja vislumbrase la paja de centeno subyacente, obedece a una de las características utilizadas por los celtas, el "horror vacui" u horror al vacío, pues cubrían con profusión de adornos la práctica totalidad de la superficie sin dejar apenas espacios libres.

Tiene pues esta singular joya un origen ancestral.

Tres tipos de gorras que son diferenciados como indicadores de status femenino: solteras, casadas y viudas. La gorra de soltera, es la gorra de espejo o galana, en el frontal de la copa lleva un espejito en medio de un fleco de lana multicolor y rodeado de un cordoncillo, lleva además borlas de lana saliendo de encima del ala, corazones, estrella, espigas, etc. de color rojo. La gorra de casada no lleva espejo, en su lugar va la clavelera, un óvalo con punta hacia abajo, adornos en color rojo y azul y botones de nácar. La gorra de viuda lleva básicamente los mismos adornos, estrella, espiga, tira, clavel y clavelera y botones, los adornos de tela en negro. Las tres llevan tiras y ataderos para sujetarla a la barbilla o a la nuca.

En Montehermoso las gorras han sido indumentaria cotidiana de campo o de paseo y aún las usan las personas mayores, y de modo general hoy, en celebraciones festivas, junto con los trajes típicos.

Nota: artículo extraído del anuario de fiesta Montehermoso 2001 sin que en el mismo figure el autor del artículo.

ESTUDIO GEOLÓGICO

GEOLOGÍA.

(Por Aurelio Gutiérrez Gutiérrez)

Al iniciar el estudio de un determinado lugar, sitio o paraje, es interesante comenzar por las más profundas raíces, por lo más remoto, que es, sin duda, el examen pormenorizado del escenario en que se fueron sucediendo los acontecimientos.

Para ello hemos de remontarnos al origen o formación de la Tierra, pero más concretamente del espacio geográfico que nos ocupa, de nuestro territorio.

Siguiendo el devenir de los tiempos geológicos, que comprende desde la constitución de la primitiva corteza terrestre hasta nuestros días, se ha podido conocer a través de concienzudos estudios el momento de formación de los terrenos sobre los que nuestra población se ubica, así como su entorno.

Las formaciones geológicas que constituyen la región de Montehermoso se pueden agrupar litológicamente en tres apartados fundamentales:

1º. Formaciones graníticas: Aparecen hacia el Norte del término municipal y constituyen parte de los granitos que se conocen en la bibliografía petrográfica como "granitos de Plasencia-Montehermoso", que en esta región aparecen como discordantes con el encajante. En general son granitos de grano grueso, frecuentemente porfídicos 1,con tamaño de los porfidoblastos 2, que llegan a alcanzar hasta más de 8 centímetros. Son de feldespato potásico, teniendo además de este componente, plagioclasas 3 de carácter ácido, biotita, cuarzo y moscovita, siendo también frecuente la presencia de sillimanita y/o andalucita, así como algo de cordierita, calcita, rutilo, topacio, etc.

Estos granitos contienen a veces estructura silicificadas que quedan ahora en resalte formando diques de cuarzo de tipo "sierro"

2º). Formaciones pizarrosas: son parte del considerado complejo esquistograuwacquico (CXG)4, que domina ampliamente el Centro-oeste peninsular.

Se trata fundamentalmente de pizarras más o menos rojizas debido a la alteración de los minerales por el hierro, conteniendo también algunos bancos de grauwackas 5 y cuarcitas.

Dichas pizarras se consideran como Precámbricas (más de 570 millones de años), que fueron plegadas en la época hercínica 6. Al mismo tiempo que se realizó este plegamiento o inmediatamente después fueron intruidas por magmas graníticos a temperaturas de 700º o superiores entre las edades Wesphaliense 7 o Stephaniense 8.

Esta temperatura originó sobre las pizarras encajantes un metamorfismo de contacto dando lugar a pizarras nodulosas y mosqueadas visibles en las inmediaciones del pueblo.

Los nódulos de estas pizarras son de cordierita y/o andalucita generalmente retrogradada a sericita.

3º). Formaciones recientes: Son los terrenos del periodo Terciario y Cuaternario. Los primeros son del Neógeno 9 continental en el que no se ha localizado fauna, aunque en las proximidades de Plasencia aparecieron restos de vertebrados que hacen suponerlo, en parte, del Mioceno.

En general se trata de un Terciario detrítico constituido por arcosas y algunos niveles más ricos en arcillas.

El Cuaternario se localiza en los valles del Alagón constituyendo terrazas y el actual en la propia vega del río. El material que constituye las terrazas es muy grosero aunque bien trabajado, suponiéndose procede de antiguas rañas o depósitos de piedemonte originados en torno a la Peña de Francia y arrastrados más abajo en las épocas glaciales. 10. Los gruesos cantos de estas terrazas fueron usados por el hombre prehistórico como "nódulos"

Morfológicamente toda la zona puede considerarse perteneciente a la penillanura extremeña bastante retocada por la erosión de los rizos actuales, por lo que aparecen amplios interríos terminados a veces en extensas zonas planas. No hay grandes elevaciones ni profundas gargantas como en otras regiones del Sistema Central y aledaños, que quedan situadas más al norte. De esta forma nos encontramos relativamente resguardados de los vientos fríos norteños, lo que hace suponer un clima relativamente benigno incluso en los periodos glaciales.

La situación y emplazamiento del pueblo de Montehermoso en este cuadro geológico es típica de un asentamiento agricultor y ganadero. Sigue las pautas de muchos pueblos del oeste español enclavándose en el contacto de pizarras-granitos, con lo que sus moradores podían disponer de los suelos originados sobre la pizarra (tierra de barro) y de los terrenos graníticos (tierra de arena). El primero estaría dedicado fundamentalmente a la labor y el segundo al pastoreo. Esta pauta se siguió durante la repoblación tras la Reconquista, siendo muy probable que en muchos casos hubiera un antecedente, sino en el mismo asentamiento, sí en las inmediaciones.

Las cuatro condiciones del medio para el establecimiento de poblaciones en el centro-oeste español son:


  1. Contacto entre granitos y pizarras por lo expuesto anteriormente.
  2. Existencia de agua para las personas y el ganado.
  3. Elevaciones abruptas de cotas no muy elevadas para la defensa.
  4. Inmediaciones de vados en el curso de grandes ríos.

Las dos primeras- que se reúnen en el emplazamiento de Montehermoso- implican asentamientos tranquilos de agricultores y ganaderos, la tercera, zona de defensa en épocas conflictivas, y la cuarta, puntos de comercio entre dos regiones separadas por los grandes cursos de agua.

Notas: Artículo extraído de la obra de Aurelio Gutiérrez Gutiérrez: "Montehermoso: Estudio Histórico". Ed. Caja Salamanca. SA-1990.


  1. Dícese de una estructura especial de ciertas rocas que se caracterizan por estar constituidas por una pasta sobre la que destacan cristales bien desarrollados.
  2. Cristales de gran tamaño en la roca.
  3. Feldespato de sodio y calcio.
  4. Formaciones pizarrosas del centro-oeste peninsular.
  5. Banquitos de grano más grueso intercalado entre la pizarra.
  6. Época de los plegamientos orogénicos que tuvieron lugar en la Era Primaria desde el inicio del Devónico Superior hasta el final del Pérmico.
  7. Entre 310 y 290 millones de años.
  8. Entre 290 y 280 millones de años.
  9. Se dice del terreno a que dieron lugar las últimas transformaciones de la época terciaria. Comprende el Mioceno y el Plioceno. Relativo al periodo de tiempo en que se verificaron dichas transformaciones.
  10. Entre la era Terciaria (final) y Cuaternaria. Los hielos invadieron parte de Europa.

ETIMOLOGÍA DE MONTEHERMOSO

ETIMOLOGÍA.

La palabra Montehermoso está compuesta por el sustantivo monte y el adjetivo hermoso. El significado de dicha palabra es de todos conocido, hermoso monte. Ahora bien, debemos determinar el significado concreto de la palabra monte, que en este caso puede ser múltiple.

Según el Diccionario de la Real Academia Española la palabra monte acepta varias definiciones, de las cuales, en el tema que nos ocupa, nos interesa destacar las siguientes:

" a) Gran elevación natural del terreno.

b) Tierra inculta de árboles, arbustos o matas.

c) Encinar" (1).

En el caso de Montehermoso el nombre le puede provenir de cualquiera de las acepciones anteriores, si bien me inclino por la que hace referencia al terreno poblado de árboles (encinar), para lo cual voy a intentar exponer mis razones:

En primer lugar es cierto, que si bien Montehermoso se halla en lo alto de una montaña, si consideramos así a la elevación de terreno que hay que salvar bien se venga por Plasencia o bien por Morcillo o Pozuelo, también es cierto que el pueblo se encuentra en un terreno relativamente llano, no pudiéndose considerar como un pueblo de sierra propiamente dicho, sino situado en un llano con cierta altitud.

La leyenda cuenta que antiguamente el pueblo se llamaba Montecuco y que pasando por aquí un caballero al ver el hermoso monte que tenía dijo que no se llamase Montecuco sino Montehermoso. Es fábula, pero ¿Qué tiene de cierto?

Si nos fijamos en la dehesa, interesante ecosistema mediterráneo poblado de encinas y alcornoques, podemos observar que aún habiéndose destruido gran parte de ella para el regadío en toda la zona (Carcaboso, Valdeobispo, Montehermoso), es en este pueblo donde podemos ver dicho ecosistema casi en su pura esencia. Por otro lado podemos observar dentro de nuestra dehesa, que era un lugar de propiedad común a todo el vecindario, múltiples testimonios que nos muestran la importancia que tuvo la misma para los habitantes del lugar. (Pozos, fuentes, lagunas, molinos, chozos, zahurdas, tejares, monumentos megalíticos, etc.)

La dehesa era una parte importante en la vida de los distintos pueblos que han llegado a estas latitudes y no es de extrañar que la misma haya dado nombre al pueblo, y no la elevación del terreno en la que relativamente se encuentra.


  1. Diccionario de la Real Academia Española. Edición 20ª. M-1984.

ORIGEN Y ANTIGÜEDAD DEL PUEBLO

ORIGEN Y ANTIGÜEDAD DEL PUEBLO.

Tres relatos he podido recoger que nos informan cual puede haber sido el origen la antigüedad del pueblo.

El primero de ellos nos lo proporciona don Valeriano Gutiérrez Macías, Académico C. de la Real Academia de la Historia. Según dicho señor la antigüedad del pueblo data del siglo IX. En dicho relato nos explica que era un pueblo independiente que paso a pertenecer al Señorío de Galisteo a partir del siglo XVI. Ya veremos que Montehermoso era aldea del citado Señorío desde 1268, con lo cual esta última afirmación carece de sentido, pero en cuanto a la primera afirmación, la antigüedad que le atribuye al pueblo, explicaría topónimos existentes en el mismo, como Albadil, Morón, Las Moriscas y el Zandejo, que pueden tener un cierto origen árabe. (1)

Las otras dos versiones sobre el origen del pueblo están relacionadas con la Repoblación de la Trasierra y la formación del Señorío de Galisteo.

Uno de estos relatos nos indica que, aún pudiendo haber existido un pequeño asentamiento anterior, Montehermoso comenzaría a formarse como actual entidad local entre los años 1217, cuando Alfonso IX repobló la zona de Galisteo, y 1268, cuando Alfonso X el Sabio donó, en calidad de Señorío, Galisteo y toda la zona que abarcaba dicho estado, dentro de cuyos límites se encontraba Montehermoso, a su hijo don Fernando de la Cerda. (2)

Un tercer relato nos indica que en el año 1268, cuando Alfonso X el Sabio donó el Señorío de Galisteo a su hijo don Fernando de la Cerda, se agregaron a dicho Señorío poblaciones que ya existían en aquella época, como Aceituna y Guijo de Galisteo, y que posteriormente, en épocas imprecisas, aparecerían otras poblaciones entre las que se encontraban Montehermoso, Aldehuela y Carcaboso. (3)

Sea cual fuese el origen del pueblo, lo cierto es que desde 1268 se adscribió al Señorío de Galisteo y desde entonces hasta 1837, año en que se disolvió el Señorío, perteneció a dicha villa como una aldea dependiente de ella.


  1. Relato recogido en el libro: "Montehermoso: Datos para su historia". Autor del libro: Fray Antonio Corredor Quijada. Autor del relato: Valeriano Gutiérrez Macías. Página del libro en la que podemos encontrar el relato 17.
  2. Relato recogido en la Guía Informativa Municipal titulada "Montehermoso: Cuna del Tipismo Extremeño". Edita Impresanz s.l. Montehermoso 2000.
  3. Relato recogido en la obra "Poblamiento, transformación y organización social del Espacio Extremeño. (Siglos XIII al XV). Ángel Bernal Sánchez. Editora Regional Extremeña. Colección Estudios. 4. 1998.

MONTEHERMOSO; ANTECEDENTES HISTÓRICOS

MONTEHERMOSO:ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Vamos a tratar de dar una visión general sobre las civilizaciones que hayan podido existir en las proximidades del actual Montehermoso antes de que el pueblo se formase como tal, independientemente de que sea el siglo XIII, como personalmente me parece más probable, o en la novena centuria, como sostiene Valeriano Gutiérrez Macías.

En primer lugar vamos hablar de la Prehistoria. Los dólmenes que se han descubierto en la dehesa boyal, que datan de una antigüedad de 6000 años, demuestran que desde antiguo se poblaron estas tierras, así como la importancia que para las distintas culturas ha tenido dicho ecosistema, pues ya desde antiguo se viene utilizando.


"La dehesa boyal de Montehermoso alberga varios dólmenes o sepulturas megalíticas con corredor y cubierta tumular. Son monumentos de gran envergadura, construidos por las poblaciones prehistóricas, que hace unos 6000 años ocuparon lo que hoy es la dehesa y contribuyeron, mediante la transformación del medio, a su formación

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Los dólmenes son sepulturas de cámara circular o poligonal, a base de enormes bloques de granito encajados en el suelo mediante una zanja de cimentación, calzados con piedras, y cubiertos con una gran losa. Algunos presentaban un pasillo o corredor, corto o desarrollado, que daba acceso al recinto funerario y que, a su vez, presentaba una losa horizontal de cubierta.

La monumentalidad de estas sepulturas se realzaba mediante un túmulo o montaña artificial que ceñía exteriormente la cámara, ayudaba a su sustentación y contenía el empuje de los grandes bloques pétreos. En su construcción se usaron en ocasiones piedras de colores diversos, como el cuarzo blanco, la pizarra gris o el granito rosado, para realzar su visibilidad.

Estas tumbas sirvieron como osario colectivo de un grupo humano ligado por parentesco; es decir, como panteón familiar. Aunque los suelos ácidos de la dehesa no facilitan la conservación de los huesos, cabe pensar, de acuerdo con la información de otras áreas de suelos más proclive a su conservación, que los enterramientos se produjeran tiempo después de la muerte del individuo y una vez eliminadas las partes blandas, ya que los huesos no suelen encontrarse en conexión anatómica o, incluso, pueden faltar partes del esqueleto.

Ello llevaría a pensar que, para el grupo humano que habitaba en el entorno, el dolmen fue mucho más que un panteón funerario, que podría tratarse de un lugar de culto a los antepasados.

Así, estos monumentos pudieron actuar como centro espiritual del territorio habitado por los descendientes de los que reposaban en su interior, y de quienes aquellos derivarían el derecho a ocupar y explotar el territorio. Su forma de vida ganadera y con movilidad estacional, explotando diferentes recursos, tanto cultivados como silvestres, conllevaría una forma de habitación- cabañas de materia vegetal- que dejan muy poca huella arqueológica.

El número de enterramientos contenidos en estos monumentos depende del tiempo en que estuvieron en uso, oscilando entre la veintena, cuando éste fue limitado, hasta el centenar, cuando su vida fue prolongada. En cualquier caso, cabe suponer que estos panteones corresponden a comunidades campesinas reducidas. (1)


Mencionaremos a continuación al pueblo vettón. Aurelio Gutiérrez Gutiérrez da cuenta en su libro "Montehermoso: Estudio histórico" de la aparición en 1968 de un verraco ibérico o vettón en Montehermoso.


"En Montehermoso, en el año 1968, se descubrió un verraco ibérico o vettón en la pared de un corral tallado en granito gris, de dimensiones 73x25x36 cm. (2)


Igualmente en la mencionada obra se afirma que el pueblo celta terminó uniéndose al vettón dedicándose a actividades agrícolas y ganaderas.


"Cultivan el lino; en los hogares funciona un huso y una rueca para tejer con lana de oveja gruesas capas que les sirvan para paliar el frío. Trabajan el cuero para arreo de los animales. Son buenos alfareros. Adoran el fuego y la luna"(3)


En cuanto a los romanos indicar que cerca de Montehermoso pasaba la calzada romana que unía Coria con la Vía de la Plata. En las proximidades de lo que fue dicha vía aún se conservan construcciones de origen romano como la "Fuente del Ronco" y "La Puente".

Los romanos muy probablemente usaron las canteras de granito de Montehermoso para construcciones en lugares de la zona, como, por ejemplo, la muralla de Coria.


"En el término de Montehermoso, destacan diversas construcciones de origen romano, como la fuente del Ronco y la Puente, a lo largo de la calzada romana que enlaza Coria con la Vía de la Plata pasando por el actual enclave de Montehermoso.

Respecto a las canteras "En Coria y sus entornos no existen canteras por lo que la piedra habría de traerla de un lugar en el que abundasen y además estuviese próximo y bien comunicado. Montehermoso, parece ser el indicado, pues a sus buenas y abundantes canteras, hay que añadir que la calzada romana que unía Coria con la Vía de la Plata, pasaba por aquella localidad""(4)

"Actualmente es un hecho demostrado que- al menos en parte- las piedras de las murallas de Coria fueron llevadas por los romanos de las canteras que constituyen el batolito de granito de Montehermoso,"(5)


Otros hallazgos y observaciones nos hacen pensar que en la zona estuvieron también los visigodos y los árabes.


En la finca de la Jarilla, cerca de Galisteo, a unos cinco kilómetros de Montehermoso, se encontró hace pocos años un importante ajuar visigodo. (6)


En resumen, podemos asegurar que a lo largo de los sucesivos años han pasado por la zona en la que se encuentra Montehermoso diversas civilizaciones y cultura que la poblaron dejándonos resquicios de su pasado.


  1. Texto extraído de uno de los carteles informativos de la ruta turística realizada en la Dehesa Boyal de Montehermoso.
  2. Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. "Montehermoso: Estudio Histórico" Edita Caja Salamanca. SA-1990. Pág.20.
  3. Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. "Montehermoso: Estudio Histórico" Edita Caja Salamanca. SA-1990. Pág.20. Este texto a su vez ha sido extraído de la obra de Víctor Chamorro. "Historia de Extremadura" M-1981.
  4. Texto extraído de la Guía "Montehermoso: Cuna del Tipismo Extremeño" Impresanz. S.L. 2000.
  5. Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. "Montehermoso: Estudio Histórico" Edita Caja Salamanca. SA-1990. Pág.23.
  6. Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. "Montehermoso: Estudio Histórico" Edita Caja Salamanca. SA-1990. Pág.23.

HISTORIA DE LA ATALAYA

HISTORIA DE LA ATALAYA

(VERSIÓN DE EUGENIO ESCOBAR PRIETO)

Antes de proseguir nuestra tarea, es indispensable una digresión, encaminada á derramar nueva luz sobre la fundación de Galisteo, y al mismo tiempo á dar á conocer dos lugares comarcanos, muy importantes en la antigüedad, de los que apenas se tienen noticias.

Es el primero de estos la Atalaya de Pelay Vellido, al Noroeste de Galisteo, distante poco más de una legua y actualmente despoblada.

Dió nombre á este castillo un ilustre leonés de apellido Vellitiz, Vellidez ó Vellido, pues de las tres maneras se le cita con frecuencia en documentos de los siglos XI y XII. Figuró Pelay Vellido al lado de D. Alfonso VI. Entre los próceres del Reino que confirman el privilegio de dicho Rey de 1º de Mayo de 1075, por el que traslada a Burgos el obispado de Auca, aparece Pelay Vellidez Dispensator Regis. En otro de 1085, donando la villa de Arcos al Hospital de Burgos, confirma el mismo como Mayordomo del Rey. En 18 de Febrero de dicho año, restituye el Rey varias villas y monasterios a la iglesia de Astorga, y entre los confirmadores se encuentra también Pelagio Vellitiz, pero sin aditamento de cargo alguno. Sucede lo mismo en otro de 31 de Marzo de 1090. En la donación que hizo el obispo de León D. Pedro de varias posesiones á su iglesia en 4 de Diciembre de 1093, uno de los testigos fue Pelagius Vellitis, miles.

Al aducir los anteriores documentos que dan á conocer la persona de Pelay Vellido, nos hemos propuesto fijar en cuanto cabe, la época a la que se remonta el Castillo. Los restos insignificantes que del mismo quedan en la actualidad, ni conjeturar permiten si fué árabe su construcción ó de fecha posterior a la Reconquista. Se cuenta que, al descubrir un pozo u aljibe, hace veinte años, en esta fortaleza, hallaron varios objetos de cerámica y un caldero de cobre con inscripción. No hemos podido lograr copia de ella, ni examinar dichos objetos, a pesar de las diligencias practicadas.

En medio de tanta escasez de datos y consiguiente oscuridad, meditando sobre el origen del Castillo, nos parece ver entre los planes estratégicos de D. Alfonso VI, después de conquistada Coria en 1085 el de fortificar esta Atalaya y guarnecerla de tropas, confiándola á uno de sus más leales servidores para desde allí observar el movimiento de las fuerzas enemigas y estar prevenidos contra los frecuentes asedios de que era objeto la codiciada ciudad.

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Saliendo del terreno conjetural y entrando en el de la realidad histórica, encontramos citada la Atalaya de Pelay Vellido como pueblo con iglesia en las Bulas de Alejandro III y Lucio III, fechadas respectivamente en 7 de Agosto de 1168 y 19 de Marzo de 1184, que fueron dictadas ex profeso, como ya dijimos en otra parte, para la reorganización del Obispado de Coria que acababa de ser restaurado.

Después de tan autorizada cita, y antes de entrar en el examen de los valiosos documentos afortunadamente conservados, que pregonan la importancia alcanzada en lo antiguo por este castillo y dan á conocer su posición, permítasenos evocar un recuerdo tan glorioso como pertinente al asunto. Cáceres fué la primera Casa que en el reino de León tuvo la Orden de Santiago, y nunca perdió su fundador, el Maestre D. Pedro Fernández, la esperanza de verla allí restablecida. Para ello era necesario arrancar del poder musulmán aquella plaza; mas cómo esto se prolongaba, trató de buscar, dentro del Reino de León, sitio á propósito para Casa Mayor. No lo encontró mejor que el de la Atalaya por su posición céntrica entre el territorio conquistado en Extremadura y el que restaba en poder de los enemigos, así como también por la proximidad a Castilla y Portugal. Desgraciadamente se enfriaron por entonces (1175) las relaciones entre el Maestre y el rey D. Fernando II, y este proyecto hubo de quedar definitivamente aplazado, tanto por este motivo, como por el de la marcha del Maestre a Castilla.

Reanudadas por fortuna las amistades entre el Rey y la Orden en 1181, vino el Maestre á Salamanca á celebrar la fiesta de la Santa Cruz, y allí el día 4 de Mayo prometió al Rey cumplir lo que ambos vivamente deseaban respecto á la Casa Mayor. En agradecimiento recibió la Orden del Rey, á Villafáfila y la Valduerna. Lo confiesa el Rey en el privilegio cuando dice: "et attendentes quod vos Petris Fernandi, hujus Militaes Magister, et fatres vestri locum qui sit caput Ordinis vestri, et Domun principalem, ad quam convenire, et Capitulum solemnius debeatis celebrare, eam in regno nostro facere firmiter promititis". Ayudaba al Maestre en sus planes el Obispo de Coria don Arnaldo.

Ocupados durante el siguiente año el Rey y el Maestre en la conquista de Cáceres, les faltó tiempo para esta empresa. Habiendo ocurrido poco después, en Julio de 1183 la muerte del Maestre, su sucesor, D. Fernando Díaz, trató, aunque inútilmente, de que se abriera de nuevo la Casa de Cáceres. Muere D. Fernando II en 1188, y tanto por este motivo, como por las desavenencias mantenidas durante tres años entre los Reyes de Castilla y de León, hubo de aplazar este grandioso proyecto.

Se apoderan otra vez los musulmanes de Cáceres y ante tan desgraciado acontecimiento, surge de nuevo, y tal vez con mayor entusiasmo, la idea de llevar á la Atalaya la Casa Mayor de la Orden. Tres importantes documentos á que aludimos al principio, insertos en el Tumbo Menor de León, ilustran de sobremanera este punto. Es el primero un privilegio rodado de D. Alfonso IX de León, fechado en la misma Atalaya en 31 de Mayo de 1203, por el que dona este Castillo, por devoción al Apóstol Santiago, ó mejor dicho, confirma la donación del mismo, hecha por su padre a la Iglesia de Compostela. En el citado privilegio se deslinda los términos del Castillo minuciosamente, y vemos que confina con Coria, Granada, el Castillo de Xerith, Torre de Vigo, Cozuela y Río Jerte. Llamamos la atención de los lectores sobre el hecho de no citarse á Galisteo en dicho deslinde, sin embargo de estar más próximo a Atalaya que algunas de las poblaciones que figuran en el mismo.

Poco tiempo después, pero sin poder precisar la fecha, porque carece de ella el documento, aunque seguramente debió preceder al que citaremos luego, el Arzobispo de Compostela cambia el Castillo de la Atalaya con el Rey por el de San Jorge y la heredad de Quintanilla, cerca del Orbigo. Entonces D. Alfonso IX en Salamanca á 20 de Abril de 1209, viendo cada vez más difícil la conquista de Cáceres, sin renunciar á ella, pacta con el Maestre de Santiago que le ceda la Atalaya, á condición de poner allí la Casa Mayor de la Orden. Son terminantes las palabras del Monarca Leonés: "Et hoc praedictum Castellum de Atalaya do praedicto Ordini, ut quia in Regno meo habuit principium, in eodem Regno y Castello praedicto faciat sibi majorem Cassam ad exaltationem Ordinis et Regni mei et ad defensionem christianitatis et ad servitium Jesuchristi."

A pesar de donación tan solemne y consiguiente aceptación por parte del Maestre, tampoco llegó entonces á realizarse el plan elaborado en medio de tantas contrariedades. Estando ya extendida la Orden por los cuatro reinos de León, Castilla, Portugal y Aragón, los Trece de la Orden, especialmente los castellanos, mudaron de opinión, y en vez de llevar la Casa Mayor á la Atalaya, por no resultar este Castillo en posición tan céntrica como anteriormente, la instalaron definitivamente en Uclés. Disgustado el Maestre con semejante resolución, renunció a su cargo en 1210, quedando para siempre malogrado un proyecto ventajoso para Extremadura y que la hubiera reportado mucha gloria.

Desde entonces quedó la Atalaya reducida á una Encomienda de la Orden de Santiago y como tal se la cita en la Bula de Honorio III de 9 de Agosto de 1224, confirmatoria de los privilegios de la Orden. En ella, al enumerar los puntos á donde alcanzaba su jurisdicción, se encuentra "Atalajam cum suis pertinentiis".

Visitó por segunda vez D. Alfonso IX este Castillo en Mayo de 1229, después de la conquista de Cáceres.

Prosiguiendo la historia de esta fortaleza, hallamos que el célebre Maestre de Santiago D. Pelay Pérez Correa, en Mérida á 12 de Marzo de 1274 otorga varias donaciones a D.ª María Méndez, Comendadora del Convento del Santi-Spiritus de Salamanca y viuda de D. Alfonso Gil, hijo bastardo de D. Alfonso IX. En una de ella dice: "otrossi la Bailia del Atalaya con Valdelacasa". Agregada á este convento, más en concepto de dehesa que como Castillo, continuó la Atalaya en los siglos posteriores hasta la época de la desamortización, careciendo de importancia civil y militar.

No es de extrañar esto último, porque arrojados los árabes más allá del Tajo, desapareció la necesidad de estos Castillos roqueros, capaces del albergar solamente hombres de armas y en números reducidos. Desde entonces resultaban más ventajosas las poblaciones amuralladas que ofrecían seguridad para el tiempo de guerra y á la vez habitación cómoda para los labradores y ganaderos, cuyas faenas iban adquiriendo notable desarrollo á medida que se consolidaba la paz. Aunque en un traslado de la donación de Galisteo hecha a D. Fernando de la Cerda por su padre y que fué sacado en 5 de Abril de 1373, figuran como testigos dos vecinos de la Atalaya, creemos que ya entonces era un pueblo reducido y que de sus ruinas salió la villa de Galisteo.

Eugenio Escobar Prieto

Deán de Plasencia.

Extraído del trabajo "Galisteo: Monografía Histórica" Publicado en la revista Extremadura VIII. Cáceres 1906. Su autor es Eugenio Escobar Prieto, Deán de Plasencia.

MONTEHERMOSO SIGLO XIX

MONTEHERMOSO EN EL SIGLO XIX

Existen varios documentos que nos hablan de Montehermoso y nos facilitan una visión en conjunto de lo que fue el pueblo durante el siglo XIX. Vamos a reflejar a continuación los más interesantes desde el punto de vista histórico y extraer las conclusiones más importantes que de ellos se puedan deducir.

Comencemos por una descripción casi poética, la que nos proporciona el soldado francés Clerjont de Campagny en su "Álbum de un soldado durante la campaña de España".

"… Tras haber perseguido durante ocho días a los restos de la división de Zayas, que se desperdigaban por las montañas de Extremadura y tras haber volcado las marmitas de los guerrilleros constitucionales, cuyos vivaques ocupábamos regularmente cada día; tras haber vagado por rocas abruptas rodeadas de precipicios y abierto senderos en medio de sorprendentes convulsiones de la naturaleza, muy pintorescas, pero de poca satisfacción para el hombre que tiene hambre, sed y necesidad de reposo, llegamos por fin a un lugar fértil, aunque escarpado y poblado, si bien aislado en apariencia del resto del mundo.

Después de una marcha de una semana, siempre subiendo, era muy fácil creerse en otro planeta: era Monte Hermoso o Beaumont, si queremos traducir su nombre al francés. Casi me sorprendió encontrarme allí con hombres y oír una lengua europea. Necesitábamos esta muestra del Edén para recuperarnos de nuestras prolongadas fatigas.

Allí nada de rangos ni distinciones; el hombre más considerado es el que logra cultivar las lechugas más hermosas; es en verdad un nuevo mundo; pienso que las leyes humanas no se han tomado la molestia de subir a esta cima casi inaccesible; por eso sus habitantes son dulces, humanos, afables; es un pueblo de la apacible Suiza transportado por una ráfaga de viento en medio de una nación agitada. En este lugar de la península Dios derrama sus bendiciones; la situación de Monte Hermoso convertirá a sus habitantes en verosímiles intermediarios entre la tierra y la divinidad. Todos cultivan una huerta y el trozo de tierra que poseen les compensa generosamente de los cuidados que le dedican.

Algunos carreteros, más audaces que los demás, les traen de las tierras del llano las cosas que no pueden procurarse en sus montañas, aunque sacan gran partido de su entorno.

Bloques de mármol bruto, puestos unos sobre otros, forman sus casas, cuyo hospitalario hogar calientan en las estaciones húmedas con roble verde y con una especie de arbusto pegajoso que, al quemarse, exhala olor a rosa.

El gamo y la gacela les proporcionan trajes de cuero de bastante buena hechura.

Tienen también rebaños numerosos de cabras y cerdos.

Montehermoso fue un lugar de retiro para los moros cuando, expulsados de Granada, se refugiaron en las montañas…."(1)

Tras esta descripción poética del soldado francés perdido por estas tierras, pasamos a analizar otras descripciones más reales de Montehermoso, extraídas de dos Diccionarios Geográfico de la época.

La primera descripción nos la proporciona el sacerdote e investigador español don Sebastián de Miñano, en su obra titulada "Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal", publicado en el año 1827. En el artículo correspondiente a Montehermoso podemos leer.

MONTEHERMOSO: Aldea secular de España, provincia de Extremadura, partido de Cáceres, obispado de Coria, jurisdicción de Galisteo, alcalde pedáneo, 775 vecinos, 3.757 habitantes, 1 parroquia, 1 pósito, 4 ermitas.

Situado en terreno llano, entre un monte a 1 legua E. del río Alagón. Sus calles están mal empedradas y sus casas son bastante cómodas, aunque en lo general son bajas y reducidas.

Es un pueblo sano y tiene buenas aguas, aunque no muy abundantes, la que suplen los muchos pozos que hay y dos abrevaderos para el ganado. Produce pocos granos y aceite, mucho ganado lanar, pastos y leñas. Industrias: algunos molinos harineros. Se ha descubierto una mina de oro en el año 1.825. Es patria del ilustrísimo señor don Fray Bonifacio López Pulido, de la orden de predicadores, actual obispo de Urgel. Dista 27 leguas O. de la capital, 4 de Coria, 2 de Carcaboso, 4 de Plasencia y 9 de Portugal. contribución: 19.718 reales y 10 maravedíes.(2)

La segunda descripción nos la proporciona el "Diccionario Geográfico Universal" publicado en 1830. En el artículo correspondiente a Montehermoso se puede leer:

MONTEHERMOSO: Aldea secular de España, provincia de Extremadura, partido de Cáceres, obispado y á 4 leguas de Coria, jurisdicción de Galisteo, Alcalde pedáneo, Población 3757 habitantes.

Situado en terreno llano entre un monte á 1 legua del río Alagón. Sus calles están mal empedradas y sus casas bastante cómodas, aunque en lo general son bajas y reducidas. Tiene buenas aguas, pero escasas y hay pozos y abrevaderos para el ganado. Producción: pocos granos, aceite, pasto y leña, y cría mucho ganado lanar. Industria: Algunos molinos harineros. En el año 1825 se descubrió en su término una mina que se cree de oro. (3)

Como podemos observar al leer ambas descripciones éstas son casi idénticas. Como entre ambas sólo median unos tres años de diferencia podemos pensar que Miñano cooperara en la realización del último diccionario o bien que los autores de éste último se apoyaran en el trabajo del primer historiador.

Analizando ambas descripciones podemos extraer las siguientes conclusiones:

  1. Sigue Montehermoso en aquella fecha perteneciendo al Señorío de Galisteo.
  2. Pertenece nuestro pueblo a la provincia de Extremadura, como queda reflejado en el Interrogatorio de 1791, que el lector puede consultar en el anexo correspondiente. La actual delimitación provincial no se efectuó hasta 1833-1834, siendo Ministro de Fomento Francisco Javier de Burgos, pasando entonces Montehermoso a pertenecer a la provincia de Cáceres.
  3. Me llama la atención que ambas descripciones proporcionen para Montehermoso el mismo número de habitantes (3757). Como en tres años hay movimientos demográficos, creo que los autores del último diccionario se limitaron únicamente a copiar el dato del primero.
  4. En la descripción de Miñano existe un error de situación del pueblo respecto al río, ya que el pueblo se encuentra al Oeste del río Alagón y no al Este.
  5. Ambas descripciones nos mencionan un hecho que tiene vital importancia en nuestro pueblo: la escasez de agua, que los montehermoseños han podido suplir gracias a las aguas subterráneas que en él existen. Son clásicos los pozos en Montehermoso. Un pueblo como éste, que es y ha sido uno de los más grandes de la provincia, no podría haber existido si no hubiese sido merced a las aguas subterráneas, máxime si tenemos en cuenta que el Alagón, río más cercano, se encuentra a 7 kilómetros.
  6. Nos dan cuenta ambas descripciones del descubrimiento de una mina de oro en 1825. Comentar en este sentido que Aurelio Gutiérrez en su libro "Montehermoso: Estudio Histórico" nos menciona el descubrimiento en 1589 de otra mina de plata. Del mismo indicar la existencia de minerales como el estaño, el plomo y el Wolframio (golfa) en el término municipal de Montehermoso, en la zona conocida como "Las Minas", así como el carácter aurífero de las aguas del Alagón; en las arenas procedentes del río pueden observarse a simple vista pequeñas cantidades de plata y oro.
  7. En la descripción de Miñano se menciona la existencia en Montehermoso de un pósito municipal. Esta institución de la que el Interrogatorio de 1791 ya nos informa, aún se mantiene en nuestro pueblo, sirviendo de auxilio a la gente humilde en época de escasez de las cosechas.
  8. Nos mencionan la existencia de cuatro ermitas, aunque no especifica las advocaciones de las mismas. Madoz, en la descripción que veremos posteriormente solo menciona las de San Bartolomé, San Antonio y los Mártires, sin embargo el interrogatorio de 1791 nos indica ya la existencia cinco de las ermitas actuales, ya que la de San Cristóbal es de reciente construcción.

Una tercera descripción de Montehermoso en este siglo nos la proporciona Pascual Madoz en su "Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar" del que ya hemos hablado anteriormente. En el capítulo dedicado a Montehermoso se puede leer:

DESCRIPCIÓN DE MADOZ

Montehermoso (Lugar de)

Lugar con ayuntamiento, en la provincia y audiencia territorial de Cáceres (18 leguas), partido judicial de Plasencia (4 leguas), diócesis de Coria (4 leguas) capitanía general de Extremadura (Badajoz, 27 leguas). Situado en un bajo entre montes de encina. Es de clima templado. Reinan los vientos del nordeste y sur; y se padecen fiebres estacionales.

Tiene 1.000 casas, de piso bajo la mayor parte, algunas muy buenas, en calles anchas y empedradas; y dos plazas, hallándose en la titulada de Arriba la casa de ayuntamiento y cárcel. Hay escuela de primera educación, dotada con 2.500 reales de los fondos públicos, a la que asisten 150 niños de ambos sexos; otras dos particulares, con poca concurrencia. Una iglesia parroquial dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, con curato de término y provisión ordinaria. Y en las afueras, tres ermitas con la advocación de San Bartolomé, San Antonio y los Mártires; y contiguo a la primera, el cementerio. Se surte de aguas potables en varios pozos, habiendo uno inagotable llamado de la Fragua.

Confina el término: por el norte, con el de Riolobos; este, Valdeobispo; sur Galisteo; oeste, Guijo de Coria; extendiéndose de dos y media a tres leguas de norte a sur y de este a oeste. Y comprende la dehesa de San Miguel, la de la Atalaya, la llamada de Candelario, y magníficos montes de encinas, sumamente espeso y poblados, con 1.000 fanegas de tierra de campo y algunas huertas para verdura. Le baña el río Alagón, a una legua de distancia. El terreno es llano, de secano y de buena calidad. Los caminos, vecinales, a los pueblos inmediatos. El correo se recibe en Plasencia, cada ocho días.

Producción: trigo en abundancia, centeno, cebada, hortalizas, lino y aceite. Se mantiene ganado de cerda, vacuno, cabrío y lanar negro; y se cría abundante caza de todas clases y la pesca del río.

Industria y comercio: se fabrican efectos de hierro y metal para los aperos de labranza y para las cocinas y usos domésticos; y se trafica sus granos y ganados, celebrándose, después de concluida la montanera hasta carnaval, un mercado de cerdos todos los domingos.

Población: 680 vecinos; 3.726 almas.

Capital de producción: 6.178.000 reales.

Impuestos: 308.930 reales.

Contribución: 49.340 reales.

Presupuesto municipal: 21.339 reales; del que se pagan 3.000 al secretario por su dotación y se cubre con fondos de propios.

Este lugar fué aldea del antiguo sexmo y corregimiento de Galisteo, correspondiente al señorío del duque del Montellano y del Arco. Es uno de los pueblos más grandes de la provincia. (4)

De la descripción anterior de Madoz, que data de 1850, podemos extraer las siguientes conclusiones:

1º) Figura por primera vez la localidad de Montehermoso, como lugar con Ayuntamiento propio, independiente del Señorío de Galisteo. Dicho Señorío quedó disuelto por orden de la diputación provincial en el año 1837, asignándose a cada pueblo la parte de término municipal correspondiente, como ya se ha indicado en el capítulo anterior.

2º) Se menciona únicamente la existencia de tres de las cinco ermitas que ya existían, pues el interrogatorio de 1.791 así lo indica.

3º)Nos informa ya que el cementerio se encontraba contiguo a la ermita de San Bartolomé. Antiguamente el cementerio se encontraba en la parte interior de la iglesia y en sus alrededores. En el año 1954 se inauguró el actual cementerio, dejando sin uso el que se menciona en esta descripción.

4º) Por error nos indica que Montehermoso limitaba con Riolobos, no mencionándose como pueblos limítrofes ni a Guijo de Galisteo ni a Aceituna.

5º) Finalmente hace hincapié en el hecho de la existencia de pozos en la localidad, que como se ha indicado es lo que ha hecho posible el asentamiento de población en estas latitudes. Menciona como inagotable uno llamado de la Fragua.

Una descripción de Montehermoso desde el punto de vista militar es la que nos proporciona un manuscrito de Antonio Benavides que recoge Aurelio Gutiérrez en su historia de Montehermoso. Es la siguiente:

DESCRIPCIÓN DE ANTONIO BENAVIDES

"…Lugar situado en llano entre un monte alto que viene ya desde junto al Guijo, alcanza hasta Carcaboso una legua más distante del Alagón y corre por Galisteo, Valdeobispo y Aldehuela. Todo ese monte es en la mayor parte llano y sumamente extendido, cruzado de camino, pero lo atraviesa el Alagón y hay que sujetarse a él por las barcas o vados, ya sea para pasar hacia Plasencia o ya para esta parte, según el punto a que se salga.

Dista Montehermoso una legua con insinuado río, el que le corresponde a Levante desde Carcaboso, cuatro leguas a Plasencia y nueve Portugal, cuyo camino carreril pasa por Moraleja y allí puede dividirse o por Cilleros o por la Zarza, dirigiéndose ambos a los lados expresados en dichos pueblos al río fronterizo, o por el Puerto de Perales a Payo y Navasfrías, siendo el primero y el último los más próximos, pues por la Zarza hay cerca de diez leguas, pero como todo el terreno intermedio es llano o casi llano, hay de unos pueblos a otros varios pasos carreriles, mucho rodeo para la frontera y los demás con su herradura o para hombres sueltos.

Los caminos para Castilla más cómodos son por los puertos de Baños y Lagunilla y para Extremadura, o dirigiéndose por la Moraleja a Alcántara, o por una de las barcas a Coria, o de la tierra, a Plasencia.

En las inmediaciones de Montehermoso es vadeable el Alagón y casi por todas partes en más de una legua de corriente ( por venir muy ancho y tener buen piso) a excepción de las corrientes que obligan a sujetarse a las barcas insinuadas o caminando hacia Plasencia, o al interior de Extremadura.

Está a dos leguas, a la salida de Carcaboso, el río Jerte que, en creciente, precisa rodear una larga, por el puente de Galisteo.

Es población de 600 vecinos, sana, aguas buenas, pero no muy abundantes, lo que se suple por muchos pozos que hay para el fin y dos abrevaderos para el ganado; mediano en aceite y carne y abundante en lana, pasto, leña y molinos.

Se le regulan 300 carros de bueyes y 350 caballerías de todas especies; hay hombres de todos los oficios necesarios y hasta dos armeros.

Los edificios públicos, a más de la Iglesia que es capaz con cuatro ermitas a las inmediaciones, que podrán alojar como a 130 ó 140 hombres. También hay casas bastantes capaces y, en lluvias se detienen algo las aguas; su separación proporciona mayor sanidad al pueblo, que tiene una casa a propósito, para habitarla de cuadra, que con ella y las de las Posadas se podrán acomodar sin incomodidad del vecindario, unos 100 caballos.

Este es el lugar más capaz de cuantos hay en las inmediaciones y si la distancia de nueve leguas de la frontera no es ningún obstáculo, puede muy bien acomodarse en él uno y aún dos Escuadrones de caballería, sin que los sean (obstáculo) los principales ríos, porque el Alagón y Jerte están a la espalda y el Gata tiene, a más de sus vados, el puente de Moraleja. (5)

Finalmente indicar que en el año 1897 se finalizó la construcción de la actual casa consistorial, siendo reformado su interior en el año 1974.

  1. Descripción tomada del libro "Montehermoso: Estudio Histórico". Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. Edita Caja Salamanca. Sa-1990. Pág. 89.
  2. Sebastián de Miñano. "Diccionario Geográfico-Estadístico e Histórico de España y Portugal. Madrid 1827.
  3. Varios autores. "Diccionario Geográfico Universal" Barcelona 1830.
  4. Pascual Madoz. Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Edición de Sánchez Loro. Madrid 1850.
  5. Descripción tomada del libro "Montehermoso: Estudio Histórico". Aurelio Gutiérrez Gutiérrez. Edita Caja Salamanca. Sa-1990. Pág. 90.

MONTEHERMOSO SIGLO XX

MONTEHERMOSO EN EL SIGLO XX

El siglo XX ha sido un siglo de grandes cambios a nivel mundial y nuestra localidad no podía permanecer indiferente a ellos. Vamos a enumerar a continuación algunas transformaciones que se han efectuado en Montehermoso a lo largo de dicho siglo.

  • Construcción del puente sobre el río Alagón.
  • Acondicionamiento de carreteras y caminos vecinales.
  • Construcción, en diversas fases, del Colegio Público "Sebastián Martín" y del Centro de Educación Secundaria, antes de Formación Profesional.
  • Edificación del actual cementerio, que sustituyó al cementerio viejo que se encontraba junto a la ermita de San Bartolomé.
  • Instalación del tendido eléctrico y telefónico.
  • Construcción de la Presa y abastecimiento de aguas a la localidad.
  • Enrollado y posterior asfaltado de calles.
  • Canalizaciones de agua para el riego.
  • Edificación de una ermita dedicada a San Cristóbal.
  • Creación de parques y jardines.
  • Fundación del Hogar del Pensionista.
  • Instauración de la Biblioteca Pública Municipal. En un principio se ubicó en una sala del antiguo Teleclub (hoy dedicado a museo etnográfico), pasando actualmente a ocupar una dependencia de la Casa de la Cultura.
  • Creación de instalaciones de carácter deportivo: pabellón cubierto, piscina, pistas polideportivas y campo de fútbol.
  • Construcciones de viviendas sociales.
  • Creación de un Centro de Salud.
  • Instalación y puesta en funcionamiento de la emisora de radio municipal (Radio Montehermoso).

A lo largo del siglo XX han ido apareciendo algunas descripciones de Montehermoso en distintos diccionarios enciclopédicos y geográficos, así como en otras publicaciones de interés general. Éstas nos dan una idea sobre como ha evolucionado la localidad en lo últimos cien años. Paso a reproducir aquellas que he podido recopilar, a sabiendas de que pueda existir alguna otra.

La primera nos la proporciona el Diccionario ESPASA, publicado a principios de siglo. En el artículo dedicado a Montehermoso se puede leer:


DESCRIPCIÓN DEL DICCIONARIO ESPASA-CALPE

Montehermoso: Geog. Municipio de 1324 edificios y 3.676 habitantes (montehermoseños), .......corresponde á la provincia de Cáceres, partido judicial de Plasencia, diócesis de Coria, situado cerca del río Alagón, en terreno generalmente llano; aceite, cereales y hortalizas; ganados; fábrica de loza y artículo de metal para la cocina y usos domésticos. Perteneció al sexto corregimiento del señorío de los duques de Montellano y del Arco. (1)


La siguiente descripción es del año 1980. Su autor es Ramón Garrido y se encuentra recogida en la obra de Fray Antonio Corredor "Montehermoso: Datos para su historia". Esta es la descripción:

MONTEHERMOSO


Pueblo de la provincia de Cáceres, está situado en la ladera de una pequeña colina llamada del "Ronco", que va a morir a las vegas del río Alagón.

Está rodeado de olivares y una pequeña zona de viñedos. Debido a su disposición, la zona está surcada de arroyuelos, que corren desde empezando el otoño hasta casi terminar la primavera.

En uno de estos arroyuelos, que se encuentra a un kilómetro del pueblo y se llama del "Pez", se halla la presa de abastecimiento de agua a la población.

A un poco más de tres kilómetros, empiezan las vegas del río, hoy regadas por el pantano de "Gabriel y Galán", que canaliza sus aguas.

La Iglesia con su torre, es el único monumento. La primera no está terminada, como no lo están ninguna de todos los pueblos limítrofes.

El pueblo debe datar del siglo XII al XIII, en que se hizo la repoblación hasta el Tajo.

Lo más típico del pueblo es su traje, conocidísimo en toda la geografía española, y hasta en muchos lugares del mundo.

Partido político que ganó las elecciones municipales: los independientes; pero el pueblo tiene una marcada tendencia socialista, como se verá en lo sucesivo.

Número de habitantes: Oficialmente, 6500, pero, realmente, hay que quitarte lo menos 400 ó 500.

Calles asfaltadas: Todas.

Monumentos artísticos: Carece de ellos. La iglesia es gótica, con alguna reminiscencia del románico.

Industrias existentes: En construcción, fábrica de conservación de frutos. Hay otra de conservación de ajos, que también seca pimientos.

De carácter artesanal, se fabrican cencerros y campanas, así como la célebre gorra montehermoseña y el traje típico.

Comunicaciones: Carretera de Plasencia, que comunica con la de Ciudad Rodrigo y Sierra de Gata. Carretera-camino vecinal a Coria. Carretera que, pasando por Aceituna, Santibáñez el Bajo, Ahigal, etc., comunica con la Nacional-630 próxima a Aldeanueva del Camino.

Ríos, pantanos, lagos. El río es el Alagón, que está canalizado en el término (en la mitad aproximadamente) a través de la represa para electricidad del término de Valdeobispo, a nueve kilómetros del pueblo (Montehermoso) y colindante al término municipal. Forma parte del pantano de "Gabriel y Galán".

Fiestas típicas: La romería a una ermita de la Virgen de Valdefuentes, el domingo siguiente al de Pascua. Ferias de ganado, el 20 de junio y el 6 de septiembre, y las fiestas de San Bartolomé el 24 de agosto, como patrón del pueblo. La patrona es la Virgen de Valdefuentes. Como folklore tiene la danza de los "Negritos".

Servicios públicos: Empresa a Plasencia de coches en la mañana, con vuelta por la tarde. Hay recogida de basuras, tendido eléctrico, teléfono con dos cabinas públicas, además de particulares.

Gastronomía: el plato más común del montehermoseño es el cocido. Como pueblo con zona de regadío, es general hacer la matanza familiar, y las chacinas y embutidos son consumidos en el hogar. No se vende nada de estos productos en el mercado, salvo lo que en las carnicerías de tierno abastecen la población. RAMÓN GARRIDO. (2)


En el año 1987 la agencia EFE publicó la guía informativa "Así es Extremadura". En el artículo referente a Montehermoso podemos leer lo siguiente:


MONTEHERMOSO: 5326 habitantes. Altitud 394 metros, a 105 kilómetros de Cáceres y a 27 al Oeste de Plasencia. C.P. 10810.

Ayuntamiento: Plaza de España 1. Teléfono 43 01 38 y 43 00 24.

Consistorio:

Alcalde: Vicente Juan Villar. (Partido Liberal)

Concejales:

Partido Liberal:

    • Julio Labrador Sánchez.
    • Feliciano Gil Alcón.
    • Raúl Gutiérrez Pulido.
    • Marino Domínguez Roncero.

Alianza Popular:

    • José Luis Iglesias Garrido.
    • Ángel Domínguez Pulido.
    • Pedro Rubio Rubio.

Partido Socialista Obrero Español:

    • Bartolomé Bautista Clemente.
    • Horacio Álvarez Miranda.

Izquierda Unida:

    • Aureliano Martín Alcón.

Independientes:

    • Miguel Garrido Gutiérrez.
    • Juan Cirilo Garrido Mateos.

Secretario Interventor:

    • David Ruano Sánchez.

Policía Municipal: Plaza de España, 1. Teléfono 43 01 38.

Guardia Civil: Calle General Mola, 35. Teléfono 43 02 48.

Consultorio Médico: Carretera de Plasencia, 37. Teléfono 43 03 23.

Ambulancia: Teléfono 43 02 09.

Correos: Calle Eras, 37.

Bancos: Español de Crédito, Extremadura y Central.

Cajas de Ahorros: Plasencia, Cáceres, Rural Provincial.

Autobuses: a Plasencia, Coria y Cáceres.

Taxis: Teléfonos 43 02 09. 43 02 38. 43 00 12. 43 01 23. 43 00 94.

Artesanía: alfarería, fabricación de cencerros, fundición de campanas, confección de trajes y gorras típicas, mimbre y sillas.

Alojamiento: pensión Petronilo Pescador. C/ Fraga Iribarne, 12. Teléfono 43 00 88.

Piscina Pública (verano), complejo polideportivo, cines, tres discotecas, dos restaurantes. (3)


Una cuarta descripción la he recopilado de la "Gran Enciclopedia Extremeña", es la siguiente.


Montehermoso.- Municipio de la provincia de CC. Se localiza entre los 40º 05’ 22" de lat. y los 6º 20’ 54" de long. Pertenece a la comarca de Plasencia A 132 Km. de la capital. Su extensión es de 95 kilómetros cuadrados. Hoja del M.T.N. núm. 597.

Medio físico-natural. El terreno es ondulado con algunos puntos destacables como la Barrera del Bronco, El Carpio, La Barca, El Zanquito y Perdiguero. Baña el Término el río Alagón.

El clima es de tipo mediterráneo, está caracterizado por la escasez e irregularidad de las precipitaciones, así como por el contraste estacional de las temperaturas. La temperatura media anual es de 17 º C. El mes más frío es diciembre (7,5º) y el más caluroso agosto (27º). Las precipitaciones alcanzan un registro medio anual de 640 mm. La estación más lluviosa es el invierno (209 mm.) y la más seca el verano (44 mm).

Población. La población creció de forma ininterrumpida entre 1900 y 1970, fecha en la cual inició una tendencia a la baja que se ha mantenido hasta 1986. El saldo migratorio presentó valores negativos entre 1955 y 1981. No obstante, en 1981-85 presenta signo positivo con un valor del 3.2 por 100. Con todo el municipio se presenta como uno de los más dinámicos, desde el punto de vista demográfico, de Extremadura. De este modo, en 1981-85 la tasa de natalidad alcanzó un valor del 17.1 por 1.000, la de mortalidad un 8.1 por 1000 y consiguientemente, el saldo vegetativo se estableció en un 9 por 1000 anual. El índice de envejecimiento, con un valor del 46 por 100, es asimismo uno de los más reducidos del conjunto regional.

MONTEHERMOSO

Evolución de la población:


1900


2.979


1910


3.493


1920


3.501


1930


3.730


1940


4.390


1950


4.994


1960


6.006


1970


6.412


1981


5.408


1986


5.316


Actividad económica. La tasa de actividad en 1986 era de un 32.7 por ciento. La distribución por sectores de la población activa muestra el sobredimensionamiento del sector agrario (65.9 por 100 de la población activa) y la escasa relevancia de la industria (2.2 por 100), la construcción (9.3 por 100) y los servicios (22.6 por 100). La agricultura es la actividad más importante en la economía municipal. Las tierras de labor suman 7.358 has. y están dedicadas en su mayor parte a la producción de cultivos herbáceos (80 por 100). La cabaña pecuaria está integrada por 1.840 cabezas de vacuno, 1.600 de ovino, 350 de caprino, 548 de porcino y 120 de equino. La estructura de la empresa agraria muestra un claro predominio de las explotaciones con tamaño inferior a 10 hectáreas (60.9 por 100) y, en contrapartida, una escasa representación de las de tamaño superior a 100 hectáreas (4,8 por 100). El número total de licencias fiscales asciende a 272. De ellas 112 se encuadran en la rama de comercio y hostelería, 103 en la de transportes y comunicaciones, 23 en el subsector de la construcción y 16 se corresponden con pequeñas industrias manufactureras.

Arte. La iglesia parroquial de la Asunción es una construcción de cantería, de planta rectangular, de una sola nave, con el presbiterio de forma poligonal. Este se cubre con bóveda de crucería, mientras que la nave lo hace con techumbre de madera. Adosadas a esta edificación se encuentran la sacristía y la torre. Se accede al interior a través de tres puertas con arcos de medio punto, de las cuales la del norte y la del mediodía poseen una imposta entre los contrafuertes. La de los pies es la principal. Se encuentra enmarcada por pilastras que sostienen un entablamento; en las enjutas se sitúan dos medallones y encima del entablamento hay una hornacina avenerada. La mayor parte del edificio pudo haber sido construido en los alrededores de 1550. La portada principal es de principio del siglo XVII, y en una piedra de la sacristía aparece la fecha de 1.678.

En su interior destaca el retablo mayor, compuesto por relieves, esculturas de bulto redondo y pinturas. Está perfectamente adaptado a la forma de la capilla mayor. En su estructura se distinguen: el banco, dos cuerpos, cinco calles y el remate. El entramado arquitectónico es de línea clasicista, formado por columnas estriadas, de orden compuesto. No existe unidad iconográfica, estando representados en él los cuatros evangelistas, San Pedro, San Pablo, San Andrés, Santiago el Mayor, la Inmaculada Concepción, San José, la Anunciación, San Miguel, La Asunción y el Calvario. Estilísticamente este retablo puede encuadrarse a mediados del siglo XVII; sin embargo, dos de sus pinturas, la de la Anunciación y San Miguel, deben pertenecer al siglo XIX. También barrocos, pero del siglo XVIII, son los pequeños retablos de San José, del Calvario, de la Inmaculada y de San Ramón, coetáneos de sus retablos. De las imágenes merecen ser citadas la Virgen de la Soledad del siglo XVIII y el Cristo de la Victoria de 1.750 aproximadamente. La ermita de Nuestra Señora de Valdefuentes es un edificio dividido por tres naves que se cubren con bóveda de cañón y posee un pórtico columnado a los pies. En su interior existe un retablo mayor de estilo barroco del siglo XVIII en cuyo centro se sitúa la imagen de la Virgen entronizada con el Niño representados de forma frontal, sin ningún tipo de comunicación entre Madre e Hijo con los rasgos arcaicos característicos de las esculturas tardorrománicas. Esta obra se puede fechar en la segunda mitad del siglo XIII (G.R.G.) (4)


Finalmente una última descripción nos la proporciona una publicación del Diario Hoy

MONTEHERMOSO


Especialmente famosa por los artesanales y coloridos sombreros de mujer que caracterizan sus trajes tradicionales, la localidad de Montehermoso se extiende sobre el terreno de suaves ondulaciones que caracterizan el área situada entre el río Alagón y el embalse de Borbollón. Su caserío conserva interesantes ejemplos de su arquitectura doméstica popular más característica, con casas de dos pisos, con aparejo de mampuesto y cantería en los dinteles, umbrales y jambas de puertas y ventanas. Son típicos los balcones voladizos sobre ménsula, y las solanas o terrazas abiertas bajo tejadillo. Entre su arquitectura civil merece destacarse el edificio del Ayuntamiento, obra del siglo XIX con una equilibrada fachada de sillería, dividida en tres pisos por medio de impostas, conformando el inferior un pórtico de arcos de medio punto sobre pilares.

Este municipio conserva igualmente un rico patrimonio de arquitectura religiosa, encabezado por la notable iglesia parroquial de la Asunción, edificio caracterizado por la armonía de sus dimensiones. Su sólida fábrica de sillería con grandes contrafuertes exteriores, debió ser levantada hacia mediados del siglo XVI, llevándose a cabo diversos añadidos en la centuria siguiente. Consta de cabecera poligonal con bóveda de crucería, y una nave de tres tramos separados por arcos fajones de medio punto que sustentan una techumbre de madera a dos aguas. Al presbiterio se adosa la sacristía, obra del siglo XVII, y, junto a los pies, se alza la torre, de dos cuerpos rematados en un antepecho macizo jalonados por pinaculillos. Al interior se accede por tres portadas, siendo la de los pies, fechada en el siglo XVII la que más atrae nuestra atención. Consta de un arco semicircular encuadrado por pilastras que sustentan un friso sobre el que descansa una hornacina avenerada, flanqueada por aletones en forma de "S" y pináculo en los extremos. Dos medallones cubren el espacio de las enjutas.

Este edificio cobija en su interior piezas artísticas de gran interés. La principal es el retablo mayor, monumental máquina de mediados del siglo XVII adaptada al hastial de la cabecera. Contiene cuatro lienzos, esculturas de bultos y relieve con variada iconografía. En los laterales pueden contemplase otros retablitos e imágenes de calidad fechados en el siglo XVIII.

Son numerosas las ermitas de interés artístico que aún mantienen el culto en esta población. Todas ellas construcciones populares barroca, realizadas fundamentalmente en los siglos XVII y XVIII a base de mampostería como material constructivo principal con sillares esquineros en algunos casos. La dedicada a la Virgen de Valdefuentes consta de tres naves con bóveda de cañón, con una cabecera recta cubierta mediante cúpula sobre pechinas y pórtico columnado a la entrada. Alberga una espléndida talla policromada de la titular entronizada con el Niño, fechada en la segunda mitad del siglo XIII. El resto de las ermitas posee una estructura muy similar: nave única con cubierta de madera y cabecera cuadrangular, también cubierta con viguería en el caso de San Bartolomé y San Sebastián, o con cúpula sobre pechina en las ermitas de San Antonio y la del Cristo Bendito. (5)


Con esto doy por finalizada la visión del progreso de Montehermoso a lo largo del siglo XX. A continuación se presentan una serie de anexos con documentos interesantes que completan el presente trabajo.


  • Descripción extraída de la "Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. (Popular ESPASA). Editorial ESPASA-CALPE. M-B-1911.
  • Descripción extraída de la obra "Montehermoso: Datos para su historia". Autor del libro: Fray Antonio Corredor Quijada. Autor del relato. Ramón Garrido. (Página 15).
  • Fuente: "Así es Extremadura". Guía informativa. Agencia EFE. Director JOSÉ LUIS ROLDÁN. 1987.
  • Fuente: "Gran Enciclopedia Extremeña". Ed. Edex. (Ediciones Extremeñas S.A.) VI-1992.
  • Fuente: "Extremadura de Norte a Sur, pueblos y paisajes para andar y ver" Edita DIARIO HOY. Varios autores. Tomo 2. Pág. 593. D.L. BA-3-94.
  • LOS NEGRITOS 1

    LOS NEGRITOS.

    Una de las tradiciones más características en Montehermoso es la fiesta de "Los Negritos".

    Es ésta una fiesta que se celebra el día 3 de febrero en honor a San Blas.

    Veamos lo que dice sobre dicha fiesta Millán Garrido Clemente en el anuario de las Fiestas de San Bartolomé de 1990.

    "Este grupo tiene una antigüedad de unos 500 años: se compone de seis NEGRITOS y un PALOTERO, total siente danzantes, llamémosle así.

    Se trataba de siete hermanos de una familia muy humilde que no tenían para sustentarse, de lo cual un buen día la gente harta de darles tanta limosna decidieron expulsarlos del pueblo diciéndoles que hasta que no volvieran con algo provechoso no serían admitidos.

    Pasado bastante tiempo regresaron un tres de Febrero en la festividad de San Blas con la cara pintada de negro, ataviados con sus trajes típicos del que ya es conocido por todos y demás, bailando al son del tamboril ricas danzas al santo de San Blas y desde entonces fueron acogidos de nuevos llamándoles NEGRITOS DE SAN BLAS.

    Son portadores de tantos instrumentos como oficios representan en sus danzas, de las que enumero: ZAPATETA Y DANZA DE PIE, LA ZARZA, LA GOLONDRINA, LA EMPERADORA, LA CASCONA, EL AMA DEL CURA, LA ZORRITA, LA MOZA GALLARDE, LA SORDA, EL JARAMAGO, EL MAMBRÚ, LOS OFICIOS, EL CORDÓN Y LA CULEBRA.

    Estas danzas son presididas por el PALOTERO, el cual soporta un ZURRÓN de piel de cabra a sus espaldas donde el resto de los danzantes guardan sus instrumentos, que son los siguientes: Palos de jara, Tijeras, Navaja, Martillo, Cinta y Pujabante."

    Millán Garrido Clemente

    Extraído del anuario de las Fiestas de San Bartolomé de 1990.

    LOS NEGRITOS 2

    LOS NEGRITOS.

    La víspera, día de la "Velá", los Negritos, unos característicos danzantes, bailan al son del tamboril en la ermita del Santo, bailes que después continúan por las calles y bares de la localidad.

    El día tres comienza con la misa que se celebra en la ermita de San Blas. Al finalizar, los mayordomos recorrerán las calles del pueblo vendiendo los cordones bendecidos de San Blas, Santo protector, según creencia popular, de las enfermedades de la garganta. A continuación los Negritos, ataviados con su peculiar indumentaria y en todo momento acompañados del tamborilero, inician su pasacalle bailando y danzando. Los años en los que los mayordomos lo acuerdan, sacan al Santo a la Plaza de Arriba y los Negritos ejecutan bailes a su alrededor.

    Hacia las quince horas, uno de los mayordomos da un convite en su casa a sus compañeros, a los Negritos, al tamborilero y al sacerdote.

    Los Negritos ordinariamente, cuando termina la fiesta, prosiguen por la noche e incluso durante algún día más su juerga, bebiendo y danzando por todo el pueblo.

    Texto extraído de la obra: "Raíces. Extremadura Festiva". Ed. HOY. BA-246-95

    LOS NEGRITOS 3

    LA DANZA DE LOS NEGRITOS.

    (Versión de Simón Guadalajara Solera)

    Tiene lugar el día de San Blas "gargantero" en Montehermoso; la ceremonia religiosa consiste en trasladarle a su ermita, oficio de la Misa, reparto de "cordones de San Blas", y los dulces de San Blas: roscas, floretes, etc. Los sonidos de la flauta y tamboril aportan el elemento de la música, cuyo papel es importante a la hora de la danza. El santo tiene fama de generoso, casi como un pequeño dios de la naturaleza, que otorga cuanto se le pide sin vergüenza alguna, a través de los oficiantes de los "Negritos".

    La cara embetunada es el recuerdo de una máscara, bajo la que ocultaban su identidad, para propiciar la magia de las transformaciones y la eficacia de las súplicas. Son portadores de tantos instrumentos como oficios han de representar con sus mimos y gestos; tijeras del esquilador de ovejas, navaja del barbero, pujabante del herrero para asentar las herraduras, martillo del carpintero, etc. Se ejecutan varias danzas, todas ellas presididas por un sujeto de singulares características para la broma y el donaire de sus saltos; se le llama el "palotero", porque también debe soportar un zurrón, de piel de cabrito, donde los danzantes guardan sus palos y sus instrumentos; de vez en cuando grita un ¡Viva San Blas! que precede a sus peticiones.

    Se ejecutan varias danzas, de breve duración; sus ritmos, muy irregulares, son ágiles y ligeros; mediante un brinco se cambia de posición para darse la cara o la espalda; no se produce ningún trenzado de piernas o tijeretas, jaleos de punta y tacón… Las variantes de la vertical y los giros los marcan unos ligeros agaches y quiebros para la mudanza; los saltos se ordenan en el sentido evolutivo de las paralelas, cruce en aspa, círculos coreográficos…llegando a revestir una solemne vistosidad, con evidente recuerdo de lo hierático y matiz ritual. Los movimientos circulares y la posterior solución de los movimientos de la serpiente, nos puede recordar la naturaleza cíclica y religiosa de dichos movimientos, ejecutados por danzantes masculinos:


    1. Empiezan los negritos la danza del "Mambrú", "del ama del cura" y la "sorda", de color costumbrista.
    2. El palotero interrumpe el ritmo y los saca para la formación de la danza de la "culebra"
    3. La evolución ahora se orienta al teje y desteje de las cintas.
    4. Empieza el mimo de los "oficios", en cuyo gesto se reproduce la actividad profesional de los diferentes oficios, olvidándose algunas veces la danza, para así insistir en la mímica.
    5. Por último el "palotero" envaina un bastón, en cuyo extremo va sujeta una bola de estopa, la cual, mientras arde, se pasea por el espacio de la danza, disolviendo a los danzantes.

    Esta es la descripción, pero ¿qué significado contiene? Los instrumentos utilizados todos ellos son punzantes; lo cual viene a coincidir con el significado de "moharrache" en árabe conjunto de instrumentos de acero afilados, y que además era una fiesta en la que los pastores debían de ofrecer a los vecinos y habitantes de los concejos, donde pastaban sus rebaños, regalos y muestras de buena amistad; de esta manera estamos asistiendo a una de las funciones del rito: la de limar las hostilidades para una convivencia en paz y armonía entre pastores y colonos. El pacto o el acuerdo se exterioriza en la ceremonia del ritual, en una zona como la del Alagón, donde primeramente la agricultura fue ganando terreno; pues sabemos, por ejemplo, que los pleitos de los concejos contra la Mesta se inscriben en las fechas de comienzos del siglo XVIII, como más temprano, para la zona de la Vera y el Valle del Jerte.

    La alianza pactada mediante ese ritual adquiere fuerza persuasora, además de impositiva, con un lenguaje de símbolos accesibles a la comprensión del colectivo. Esta danza es muy reveladora por varios motivos, pero, entre otros, por la figura bufonesca del "palotero"; su comportamiento se aproxima al papel del oficiante del pacto, el intermediario entre los danzantes y el público espectador, el neutral entre dos bandos: el pastoril y el agrícola, el nativo y el forastero. Su identidad es ambigua para comprender a los dos elementos en el conflicto; su vestuario está fuera de los convencionalismos, con abundante colorido de tonos subidos. El rostro está igualmente transformado para evocar la funcionalidad del rito. A su vez, los instrumentos nos recuerdan a los dos mundos en litigio; no aparece la hoz o la reja del arado, u otros que pudieran levantar susceptibilidades; se consigue el espacio ideal para consumar la alianza con la comida de la res, la víctima sacrificada para la virtualidad del rito, amen del vino, la exhibición festiva de las músicas, cantos y bailes colectivos.

    De esta manera, aquel espacio neutral llega a participar de la realidad mágica, de lo sobrenatural, que a su vez es motivo de estímulo para una mayor cohesión social del grupo. De ahí la pervivencia de una ceremonia que sigue puntualmente fiel al ancestro, pese a que las circunstancias y el contexto hayan cambiado tanto; hasta el punto de que los propios danzantes ya ignoran el significado de los gestos y de sus máscaras, aunque se intuye en su comprensión. Las castañuelas de corcho del "palotero" han dado lugar a coplas como éstas:

    Al oir las arrañuelas

    La genti mira pa atrás,

    Creyendo que eran los negros

    La mañana de San Blas.

    El paso de una danza a otra se ejecuta sin violencias; el hacer y deshacer la culebra, el tejer y el destejer la cinta, etc., están en la misma dialéctica del lenguaje primitivo de la oposición vida-muerte, día-noche… Es el contraste de los símbolos en donde se resuelve la concepción del fluir de la existencia, de la vida entre sus contrarios. Por ello mismo y al mismo tiempo, se ocultan ( se enmascaran) los motivos del conflicto; sólo se descubren cuando han sido superados en el acto de la comida, cuando ya se han conjurado los riesgos de la discordia y la lucha.

    Simón Guadalajara Solera.

    Texto tomado del libro de Fray Antonio Corredor García: "Montehermoso: Datos para su historia", quien a su vez lo ha tomado del libro de Simón Guadalajara Solera "Lo pastoril en la cultura extremeña" Editado por la Institución Cultural "El Brocense". Diputación Provincial de Cáceres. SA-1984.

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